(por la asociacion cultural Cahuide)
La crisis del capitalismo continúa implacable. Los estados hacen “todo lo posible”
para evitar que el capital financiero se hunda llevándose consigo los cimientos del
sistema actual.
La banca inmisericorde no concede créditos a las pequeñas y medianas
empresas a pesar de las ingentes cantidades de dinero de los ciudadanos que el
estado les dio.
Día a día se destruye miles de puestos de trabajo quedándose los trabajadores
sin empleo y engrosando algunos las listas de los legalmente parados.
Como ya es costumbre en el sistema capitalista, los más débiles siempre tienen
que ser los más perjudicados. En épocas de bonanza a los trabajadores se les
deniegan mejoras salariales pidiéndoles comprensión mientras que en épocas de
crisis como la actual simplemente se les deja desprotegidos y se les expulsa
cruelmente del trabajo gracias a las medidas legales que los gobiernos otorgaron
en su momento a las grandes empresas para abaratar el despido.
Entre los menos favorecidos, o mejor dicho entre los que más sufren ésta crisis
están los miles de miles de inmigrantes que son a los primeros que han puesto en
la calle; algunos, los que poseen un permiso de trabajo, tienen la pequeña pero
momentánea posibilidad de sobrevivir con lo poco que cobren del paro. Pero hay
otros, los indocumentados, que eran parte de la economía sumergida y que no
poseen el permiso de trabajo aún habiéndoseles traído con reagrupación
familiar; ellos están en la ruina total y nadie piensa en ellos ni se les considera
para nada.
Es sumamente preocupante, alarmante, vergonzoso y triste ver como los
inmigrantes se están viendo obligados a abandonar los pisos que con tanto
sacrificio y trabajo pudieron adquirir mediante crédito hipotecario, perdiéndolo
todo y sin poder recuperar los ahorros que con tanto esfuerzo consiguieron en
largos y penosos años fuera de la patria.
Y no solo es el dolor de perder sus bienes materiales; a esto hay que sumarle el
proteccionismo ultranacionalista económico y social que se ha generado y
se está agudizando entre los españoles que ven al inmigrante ya no como un rival
económicamente hablando, sino a un enemigo al que hay que desterrar con
cualquier medio.
Culpable de esto no es solamente la crisis económica capitalista sino también el
endurecimiento radical de todas las medidas legislativas que los gobiernos
tanto en España como en toda Europa han dado. Claros ejemplos de eso son: la
Directiva de la Vergüenza Europea que criminaliza y castiga la pobreza en su
expresión de inmigración; la Ley del retorno voluntario que el Ministro de Trabajo
Celestino Corbacho implantó en España como una medida estratégica entre
muchas otras, para reducir prácticamente a cero las contrataciones a inmigrantes
y en Italia el pedido del gobierno de Berlusconi a los médicos para convertirse en
verdaderos chivatos y denunciar a los inmigrantes indocumentados que requieran
de atención médica para que sean deportados inmediatamente.
No hay quien proteja al inmigrante, ya no son útiles que regresen a sus países
dicen unos; hay que deshacernos de ellos contestan otros desde sus altos cargos
gubernamentales, mientras las organizaciones representantes de los trabajadores
y de los inmigrantes hacen oídos sordos convirtiéndose así en cómplices de tan
descarada injusticia.
Por ello, en estos tristes momentos de dolor y preocupación ciudadana, la
Asociación Cahuide, levanta su voz en solidaridad con los más desprotegidos,
con los más débiles, con los trabajadores y con los inmigrantes en general para
protestar contra el abandono y desprotección gubernamental y reclamamos a su
ves, mayor atención de todas las organizaciones representativas de inmigrantes
como son las Federaciones, Asociaciones, redes, etc. pidiéndoles mayor
implicación y protagonismo en el problema. Asimismo planteamos, desarrollen
una gran consulta a sus bases a fin de acordar las diferentes medidas y acciones
que habría que desarrollar. Ya va siendo hora de que los inmigrantes demos
contundentes respuestas y nos coloquemos en el lugar que todo ser humano
debe tener. Somos personas libres en un mundo que nació libre y debe
permanecer siendo libre.
Madrid, febrero de 2009
La Junta Directiva
asociacioncahuide@yahoo.es
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